Rodríguez Larreta proyectaba una apertura progresiva de los espacios digitales en 634 escuelas a partir del 31 de agosto. Para ello había presentado un protocolo que permitía un máximo de 15 chicos a la vez usando las computadoras. Contemplaba el uso de tapaboca en todo momento.

Antes de ingresar, control de temperatura tanto a chicos como a personal y tan solo se promovía el ingreso de estudiantes con turno previamente asignado. Según los cálculos oficiales, por turno el tope era de 9.450 alumnos sumando todas las escuelas.