El Banco Central decidió bajar la alta tasa de interés actual

Las nuevas medidas del cepo al dólar vino acompañada de otra jugada paralela por parte del Banco Central. La entidad que preside Guido Sandleris decidió otro fuerte cambio en su política monetaria: anunció que a partir del 1 de noviembre los bancos ya no podrán integrar los encajes con Leliq, es decir que ya no le pagará un solo centavo a las entidades por el dinero que mantengan inmovilizado.

La medida fue incluida en la breve Comunicación «A» 6.817 que divulgó ayer el BCRA, que tendrá importantes efectos sobre el funcionamiento del sistema financiero. Básicamente implica un relevante giro en la estrategia que hasta ahora venía manteniendo el titular de la entidad, Guido Sandleris.

«Con las restricciones cambiarias deja de tener sentido pagar tasas de interés reales tan altas. Por eso, al dejar de remunerar los encajes bancarios, habrá una disminución de tasas tanto para los ahorristas como para los tomadores de crédito. El peligro es impulsar más inflación»

La operación que se realizada al dia de hoy era que cada vez que aumentaba la inflación, la respuesta del banco central impulsada por el gobierno era endurecer la política monetaria, sobre todo a través de un incremento de las tasas de interés y en paralelo la absorción de pesos de la base monetaria.

La tasa de las Leliq, títulos de regulación monetaria que emite el Banco Central, llega actualmente a 68% anual a 7 días, por lo que en pocos días los bancos pasarán a cobrar 0 por ciento.

Pese a estas políticas, la inflación nunca se detuvo, el dólar voló, la economía cayó. Se teme que el nuevo aumento del dólar “libre” a $75 se refleje en una nueva suba inflacionaria. Es decir que la inflación estuvo mucho más influida por los movimientos del dólar que por el comportamiento de la base monetaria.

Luego de la medida divulgada por el BCRA, en los bancos estiman que la tasa de interés empezará a caer de manera gradual pero consistente. Y estiman que en pocos meses la tasa pasará a ser “negativa” en términos reales; esto quiere decir que se ubicará por debajo de la inflación proyectada.

Pero nada es gratis. Este tipo de políticas general el gran peligro de incentivar un aumento de la inflación, ya que la política monetaria se vuelve mucho más laxa. Es en parte lo que pasó durante el cepo de Cristina Kirchner, entre 2011 y 2015, que venía de la mano de tasas de interés real negativas. Sin embargo, el promedio inflacionario fue menor que el de los últimos cuatro años.