El impactante accidente de Fernando Alonso en el arranque del GP de Bélgica de la Fórmula 1

Pudo haber sido una desgracia. Gracias a las medidas de seguridad que tomó la FIA en el último año evitaron que así lo fuera. El domingo, el halo, tan criticado por el efecto que genera en la estética de los autos de la Fórmula 1, evitó que el accidente que involucró a Niko Hulkenberg, Fernando Alonso y Charles Leclerc en el GP de Bélgica tuviera serias consecuencias. Un video que publicó la categoría prueba que sin ese aditamento todo podría haber sido mucho peor.

La imagen, grabada con una cámara 360° desde la trompa del auto de Leclerc, muestra de qué forma el McLaren de Alonso vuela por encima del Sauber y en su paso una de sus ruedas queja con el halo, eludiendo un impacto con la cabeza del piloto monegasco. Increíble.

Todo empezó a segundos de la largada y fue debido a la impericia de Nico Hülkenberg quien, al no frenar a tiempo, golpeó de manera violenta al vehículo conducido por Alonso. Sin control de su auto, el de España impactó en un costado del Red Bull de Daniel Ricciardo y se elevó sobre el Sauber de Leclerc, golpeándolo con una rueda antes de caer al otro lado. «Seguro el halo el día de hoy asistió», aseguró el joven Leclerc, que vio pasar su vida por delante.

El ex- vencedor mundial de España reconoció que no sabía si había golpeado al auto de Leclerc, pero del mismo modo aceptó que el halo «funciona bien y resguarda bastante». Y añadió: «No necesitábamos ninguna prueba, mas quedó claro que es algo bueno».

Después del susto y de que el coche de seguridad neutralizara las primeras 4 vueltas de la carrera, Hülkenberg, Alonso y Leclerc debieron abandonar. El único que zafó fue el australiano Ricciardo, quien regresó a la pista, mas con dos vueltas perdidas.

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Así quedó el auto de Leclerc tras el choque en el Gran Premio de Bélgica.

El halo parte de los laterales del cockpit y se cierra frente al piloto por encima de sus ojos, con un fino soporte que queda justo en el medio del campo visual del conductor. El jefe de tecnología de Mercedes, James Allison, había puesto en contexto el poder de protección del elemento: «Por de qué forma se ha reforzado el chasis, podría soportar el peso de un colectivo de dos pisos».