La Universidad de Buenos Aires declarará Doctor Honoris Causa a Charly García a partir de una iniciativa de la Cátedra de Música Popular de la carrera de Artes.
El evento sería en agosto de este año y se paciencia que el autor de “Inconsciente colectivo” y “Canción para mi asesinato”, de 73 abriles, pueda personarse personalmente a acoger la distinción, que fue aprobada por el “aporte musical ” del intérprete y incluso por “el sentido político que han tenido sus canciones en distintos momentos de la historia argentina”.
Según aseguró el decano de la Permiso de Filosofía y Literatura, Ricardo Manetti a la revista Rolling Stone, “la propuesta surgió por parte del Sección de Artes, sobre todo en función de la modificación del plan de estudios, donde se incorporó la cátedra de Música Popular a cargo de Mújol Di Cione”.
Añadió que “nos pareció importante, tanto a la carrera de Artes como incluso desde el Decanato, siendo yo incluso reconocido y docente en la carrera, poder sufragar, inicialmente en la comité departamental, el doctorado para Charly García como una de las figuras fundamentales, no solamente en lo que hace a la historia de la música en nuestro país y en toda la región, sino incluso por el sentido político que ha tenido su música en los distintos momentos de nuestra historia”.
La propuesta auténtico que llevó delante Mújol Di Cione “fue acompañada por el trabajo de (los docentes) Martín Liut y de Acuarela Cañardo. Entre ellos terminaron de elaborar la propuesta final para la presentación». Según el decano, «hay que Informar que se ha incorporado en el interior del entorno de la arte, un posgrado que es la Especialización en Música Popular, que incluso surgió en función de darle cabida a muchas de las figuras fundamentales en la historia de nuestra música popular”.
Para Di Cione, “Charly García fue una alcoba secreto del movimiento rockero argentino, hispanoamericano e hispano. Hasta la plazo del 80, el movimiento del rock se encontraba relativamente ‘localizado’, aunque se documentan giras, encuentros e intercambios aislados entre músicos».
La titular de la cátedra estimó que «fue en la plazo de 1980 cuando el rock se ‘nacionaliza’ y Soda Stereo, Miguel Mateos y Charly García se convierten en la punta de venablo del gratitud bello a nivel regional. Sin incautación, fue él quien colocó al rock doméstico en su punto más parada: siempre estuvo atento a las novedades y no claudicó en montar y desarmar proyectos para investigar las posibilidades de nuevos lenguajes que muchas veces lo condenaron a ser blanco casquivana de la crítica periodística del momento”.
