Novelas como Fuegos con limonada o Los fanales vacíos, colecciones de cuentos como el multipremiado Los peces de la amargura, textos de no ficción como Autorretrato sin mí o Vetas profundas. El escritor castellano Fernando Aramburu ha transitado un gran pericón de géneros a lo liberal de su carrera. Su nuevo compendio es una colección de relatos, Hombre caído (Tusquets), que oscilan entre la emoción y el terror, la normalidad y el disparate, pasando por la sorpresa, el humor y la angustia.
En estos textos propone sumergirse en las profundidades de la naturaleza humana y explora cuestiones como la soledad de los incomprendidos, el comportamiento con los vecinos caídos en desgracia, los conflictos al interior de las parejas, eternas rivalidades, envidas y esa clase de sentimientos que casi nadie se atrevería a confesar.
«En esta vida es perfectamente compatible ser malo y ser ridículo al mismo tiempo», declaró a este diario en 2023 premeditadamente de la novelística Hijos de la historia. Esos cruces son los que continúa indagando.