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Jubilaciones para amas de casa: cómo afecta la suspensión a las mujeres sin aportes

El plan de jubilaciones para amas de casa incluye a mujeres que tengan entre 60 y 64 años de edad al 23 de julio. El cambio sustancial que había logrado la moratoria previsional.

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Jubilaciones para amas de casa: cómo afecta la suspensión a las mujeres sin aportes


La moratoria previsional para las mujeres mayores de 60 años que quieren acceder a una jubilación y no tienen todos sus aportes regularizados vencerá el próximo 23 de julio, tal como estaba previsto en el cronograma de Anses tras la suspensión del Gobierno nacional a pedido del FMI

Esta moratoria abarca a las mujeres que cuenten entre 60 y 64 años de edad al 23 de julio de 2019 y que no alcancen la cantidad de años de aportes previsionales requerida.

Luego de una evaluación socioeconómica que se realiza entre la Anses y la AFIP, se les da la opción de cancelar su deuda en un plan de hasta 60 cuotas —que se actualizan por el índice de movilidad—para obtener el beneficio jubilatorio.

Desde Anses aún no confirmaron si el plazo para acceder a esta moratoria volverá a extenderse, como se hizo en 2016. Las moratorias previsionales se basan en dos leyes: Ley 24.476 (modificada en 2005) y Ley 26.970 (de 2014) conocida como «jubilaciones de amas de casa». Esta ley abarca los períodos que van desde 1955 a 2003 desde los 18 años de edad. Por eso, las interesadas pueden notificar deudas desde un período anterior al 2003 y luego sumar los aportes realizados.

La moratoria originalmente vencía el 18 de septiembre de 2016 pero fue prorrogada hasta este año. Además, existen otras moratorias vigentes, como la Ley 24.476 que rige para los períodos entre 1955 y 1993 y la Ley 25.994 para personas que hayan cumplido la edad jubilatoria hasta el 2004. Estas medidas permitieron a unos 3,5 millones de personas acceder a una jubilación mínima durante los últimos años.

Con todo, al finalizar la moratoria la opción para las personas sin aportes es acceder a la Pensión Universal para el Adulto Mayor (PUAM) implementada por el gobierno de Mauricio Macri a través de la Ley de Reparación Histórica. Esta pensión rige a partir de los 65 años para ambos sexos, sin necesidad de ningún tipo de aportes pero con un beneficio del 80% del haber mínimo. Para recibir esta pensión se requiere no recibir ningún otro tipo de prestación como las pensiones por viudez.

«La Pensión Universal para el Adulto Mayor garantiza la universalidad de la cobertura. Pero lamentablemente en el Presupuesto para este año se estableció que quienes reciben esta pensión no pueden seguir trabajando, que era lo que les permitía realizar aportes y mejorar el beneficio», explicó Jorge Colina, investigador jefe del Instituto para el Desarrollo Social Argentino (IDESA).

Según un informe del instituto, el gasto previsional en la Argentina supera el 10% del PBI, un nivel por encima de la mayoría de otros países, incluso aquellos que tienen una demografía más envejecida. «El sistema no es sostenible como está ahora. No prorrogar la moratoria sería una medida tendiente a corregir en parte la tendencia explosiva que tiene el sistema», advirtió Colina.

El total de jubilados y pensionados nacionales ronda los 5,7 millones, de los cuales unos 3,5 millones tienen una moratoria. De estos, además, 800.000 tienen duplicada la jubilación con una pensión siendo uno de los beneficios, o ambos, obtenidos con las moratorias.

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Según el centro CEPA, la propuesta alternativa del Gobierno —las Pensiones Universales para Adultos Mayores— tiene cada vez más requisitos de acceso. «La implementación de las PUAM significó un cambio de paradigma: se separó a los trabajadores en edad de jubilarse entre quienes pudieron mantenerse dentro del sistema laboral registrado y quienes no. Así, sustituyen al sistema de moratorias que permite una jubilación inclusiva», destacaron.

De acuerdo al centro de investigación, a marzo de 2019, las PUAM se encontraban un 9% por debajo de la línea de pobreza, y habían llegado a estar un 16% por debajo, en febrero de este año. «Negar la prórroga en la moratoria jubilatoria en un país con alto nivel de informalidad condena a quien no pudo mantenerse en el sistema laboral registrado a obtener ingresos menores pese a haber cumplido con sus años de trabajo. Esto se agudiza en el caso de las mujeres», advirtieron.

Afirman que la jubilación para amas de casa cambió las relaciones de poder dentro del hogar

La jubilación por moratoria, conocida también como jubilación para amas de casa, redujo la dependencia de las mujeres en el hogar e incrementó la participación de los varones en las tareas domésticas y también la probabilidad de separación o divorcio de las mujeres beneficiadas revelando “el alto nivel de dependencia que sufren muchas mujeres mayores por carecer de una fuente propia de ingresos”.

Así lo señala el Estudio “La dependencia en la vejez y las pensiones no contributivas” que publicó el CEDLAS, el Centro de Estudios Distributivos, Laborales y Sociales de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional de La Plata.

Las autores -Inés Berniell, Dolores de la Mata y Matilde Machado– señalan que, por los bajos niveles de inserción en los mercados laborales, la extensión del sistema implementada en 2007 benefició mucho más a las mujeres y resultó en un sustancial aumento de sus ingresos. “Como consecuencia, el porcentaje de mujeres mayores de 60 años sin ningún ingreso personal se redujo notablemente, pasando en zonas urbanas del 35% al 10%”.

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