Por estas horas, las llamas de la causa Sueños Compartidos amenazan con incendiar no sólo el presente de Bolettieri, sino también el futuro, porque Sergio Massa lo estaría mirando con malos ojos no ya de cara a un armado de listas para las elecciones del año que viene sino porque lo considera un dirigente en “no se puede confiar”.
Los documentos firmados por el ex intendente llevan también la firma de un hombre que lo acompañó en sus tiempos de intendente, que esta semana sufrió el acoso de viejos conocidos en las redes sociales tras resaltar errores de la actual gestión municipal a cargo de Mariano Cascallares.
“Sergio no quiere que nadie sospechado ni investigado forme parte de ninguna lista ni lidere ningún ningún sector del espacio político del Frente Renovador”, confió un armador del massismo en la Tercera Sección Electoral. Eso explica por qué Bolettieri, habiendo sido intendente, no preside ni siquiera el bloque massista en el Concejo Deliberante.
“Mientras lo sigan investigando y eso salpique a nuestro espacio, Bolettieri va a quedar en el freezer”, amplió la fuente. La Justicia lo tiene entre ceja y ceja como presunto responsable directo de las irregularidades de Sueños Compartidos, la causa por la cual se investigan cientos de viviendas que debieron estar finalizadas hace un año en distintos puntos de Almirante Brown.
El pasado lo condena.
Para colmo, Bolettieri se enfrenta con su pasado. Cuando el año pasado rompió con el massismo y regresó al FpV para disputar con Darío Giustozzi en las PASO habría sido marcado no por Massa -porque ni siquiera reconoce a Bolettieri- sino por los dirigentes encargados de hacer el armado sucio de listas y alianzas en el Tercera Sección. “No se puede confiar en Bolettieri”, dicen en su espacio.
Mientras tanto, el arquitecto resiste desde su silla de concejal y prepara una estrategia para enfrentar las preguntas de la Justicia.
