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La CGT repudió la llegada de Temer a la Argentina y expuso los puntos críticos de su reforma laboral

La CGT aseguró que la reforma laboral de Brasil será el puntapié del "proyecto de las fuerzas de derecha de la Argentina hoy en el poder", que según estimó busca "hacer retroceder las condiciones laborales a lo que eran hace 100 años".

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La CGT repudió la llegada de Temer a la Argentina

La CGT repudió la visita del presidente de Brasil Michael Temer a la Argentina este viernes y difundió listado con las posibles consecuencias en la vida de los trabajadores y sindicatos de la reforma laboral que se aplicará en el país vecino.

A través de un comunicado de prensa, la central obrera describió a Temer como un «presidente ilegítimo», que llegó al poder a través de un «golpe de estado» en complicidad con «fuerzas políticas, empresariales y sociales reaccionarias».

Para la CGT, de ese proceso «resultó la substitución de la presidente progresista Dilma Rousseff por su vicepresidente, un político conservador».

En ese marco, alertaron que Brasil «se ha convertido en un laboratorio para avanzar contra toda legislación laboral que conlleve beneficios y conceda derechos históricos a los trabajadores» y repudiaron la aprobación de la reforma laboral, que incluyó un centenar de modificaciones a las normativas vigentes.

«Se llevó a cabo con el aval de sectores concentrados de la economía y legisladores que dieron la espalda al pueblo, asesta un mazazo al plexo laboral que protege a la fuerza del trabajo», sostuvieron los lideres cegetistas.

«Según los análisis de sindicatos y especialistas, la contrarreforma laboral afecta negativamente más de 120 aspectos individuales y colectivos que protegían las condiciones de trabajo», señaló la CGT.

Según la Confederación, la reforma que entrará en vigencia en cuatro meses contiene un listado de medidas que afectarán directamente a los empleados.

  • Permite la negociación individual entre el patrono y el trabajador.
  • Elimina la idea de jornada de trabajo, crea el trabajo intermitente.
  • Permitirá el despido por común acuerdo entre empleador y trabajador.
  • Inutiliza el salario mínimo nacional y los pisos salariales por gremio.
  • Bloquea caminos que hasta ahora el trabajador tenía para reivindicar sus derechos ante la justicia laboral.
  • Permite que la negociación colectiva con el patrón reduzca derechos que aún quedan en la ley.
  • Se permite el trabajo de mujeres embarazadas en ambientes considerados insalubres.
  • Inviabiliza la ley que reglamentó la convención sobre el trabajo doméstico y que garantizó derechos históricos a las trabajadoras del hogar.
  • Se podrá pagar al trabajador/a por periodo trabajado, recibiendo por horas o a diario.
  • Elimina el financiamiento a los sindicatos, que era obligatorio desde los años 40.
  • Destaque especial merece el impacto que tendrá la reforma laboral para la acción colectiva y la propia existencia del sindicato.
  • Al imponer la «negociación» entre el trabajador y el patrono, sin presencia del sindicato, se facilitará la imposición de condiciones por debajo del acuerdo colectivo, cuando éste exista. Difícilmente un/a trabajador/a con riesgo de perder su empleo o sufrir otras discriminaciones pueda enfrentar el poder del patrono y de la empresa.
  • Al facilitar la contratación a destajo, por horas o por producción, el trabajador/a está expuesto a una situación de permanente inestabilidad en el empleo y el sindicato verá minada su estructura de afiliación.
  • La tercerización extendida profundizará la condición de trabajadores/as de primera (fijos y con contrato colectivo) y de segunda (tercerizados), donde los primeros serán cada vez menos y la mayoría no será amparada por la negociación colectiva.

Temer llegó este viernes a la localidad mendocina de Guaymallén para participar de la Cumbre de los países miembros del Mercosur, donde recibirá la presidencia pro tempore del bloque regional a Brasil de manos de Mauricio Macri. Del encuentro participarán el paraguayo Horacio Cartes, el uruguayo Tabaré Vázquez, el boliviano Evo Morales y la chilena Michelle Bachelet.

Por último, la CGT advirtió que la iniciativa implementada en el país vecino podría desembarcar pronto en la Argentina.

«En Brasil comenzó, pero ése es el proyecto de las fuerzas de derecha de la Argentina hoy en el poder, hacer retroceder las condiciones laborales a lo que eran hace 100 años», afirmaron.

«Es por ello que repudiamos la presencia de quien encarna la ideología que ataca los derechos de los trabajadores y con ello también a quienes en nuestro país pretenden volver a épocas de ‘Patrón Costas’: los derechos de los trabajadores no podrán ser usados en beneficios del lucro empresario», concluyeron.

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