El Estado Nacional anunció la quita de aranceles a la importación de computadoras, notebooks, y tablets. Según afirmaron, el objetivo que persiguen al quitar el 35 por ciento es reducir el precio y mejorar la calidad de los productos, aunque eso signifique que miles de puestos de trabajo estén en la mira.
La cifra de cuántos trabajadores podrían quedar en la calle varía: para los funcionarios de Cambiemos serán 1000 los que estén en riesgo, para la Cámara Argentina de Industrias Electrónicas, Electromecánicas y Luminotécnicas y la Asociación de Fábricas Argentinas de Terminales de Electrónica serán unos 12.000 los que estarán en la cuerda floja.
"La Argentina es el país de la región donde las computadoras son más caras por falta de competencia. Ese sobrecosto lo pagan todos los ciudadanos. El Estado tiene la responsabilidad de que la tecnología sea accesible a quienes dan empleo pero fundamentalmente tiene que contribuir a reducir la brecha digital. Vamos a hacerlo cuidando el empleo”, sostuvo Miguel Braun, secretario de Comercio de la Nación. Para el Estado, nuestro país es el más caro de la región, ya que una computadora cuesta 80 por ciento más que en Colombia, 50 por ciento más que en Chile y casi el triple que en Estados Unidos (175%). Además, aseguran que desde 2011 el mercado de computadoras se mantiene estancado en torno de los 1,5 millones de unidades por año.
En la otra vereda, el titular de la Asociación de Fábricas Argentinas de Terminales de Electrónica (AFARTE), Federico Hellemeyer, advirtió que podría haber despidos en el sector si efectivamente el Gobierno elimina el arancel a los productos informáticos, tal como fue anunciado. "El anuncio del Gobierno – explicó el referente de la Asociación- se da en un contexto del año donde la prosperidad del segundo semestre nunca llegó y todavía está muy resentido el consumo de productos electrónicos”.
Por su parte, José Luis Cavanna titular de CADIEEL, advirtió que esta actitud es una “contradicción inexplicable”, ya si pretenden bajar los derechos de importación para bienes tecnológicos no tomaron en cuenta que muchos de esos productos son fabricados con “mano de obra esclava o se venden a precios de dumping”.
Más barato, menos trabajo
Para la cartera que conduce Francisco Cabrera la medida tiene como objetivo potenciar “de manera transversal la economía argentina y generar 15.000 nuevos empleos en 3 años”, mientras que “se reducirán precios, mejorará la calidad de las computadoras, y aumentará la productividad de miles de empresas en el país”, ya que "sin competencia tenemos computadoras obsoletas y caras, y trabajadores subempleados con bajos salarios. Con competencia, las PyMEs y las familias van a tener acceso a mejor tecnología, generarán nuevos puestos de trabajo y el Estado acompañará a los trabajadores en la transición. El acceso a la tecnología a la vez favorecerá la inclusión digital", explicó.
Y aunque el anuncio se realizó con la “alegría” propia del gobierno de Cambiemos, se reconoció que podría provocar despidos, ya que, según cifras oficiales “los que trabajan estrictamente en la línea de producción son 1.000. El resto trabaja en tareas administrativas o comerciales”.
Por otro lado, a pesar de presentarse como una gestión dialoguista, Cavanna sostuvo que aunque pactaron una reunión “con el ministro Cabrera, las empresas afectadas y la Unión Obrera Metalúrgica para desarrollar en forma conjunta propuestas que incrementen la competitividad sectorial", ese cónclave aún no tienen fecha.
Vale destacar que, en la actualidad, el 60 por ciento de las computadoras del país proviene del exterior, mientras que el 40 por ciento se produce mediante el sistema Semi Knocked down Kits en dónde se ensamblan placas que vienen armadas.
Zona de riesgo
La resolución sentirá muy fuerte Tierra del Fuego, hoy muy golpeada por los despidos producto del ingreso de importados y de la baja en las ventas, pero también otras economías regionales donde actualmente se encuentran emplazadas las 15 ensambladoras del país.
Actualmente, hay unas 15 ensambladoras de computadoras en la Argentina, en su mayoría se ubican entre Capital Federal y el Gran Buenos Aires. Según los empresarios, la quita del arancel pondría en riesgo los 500 puestos de trabajo que tiene el sector en Tierra del Fuego y los diez mil que emplea el sector a nivel nacional. Y aunque desde el Gobierno buscan acercar las partes asegurando la compra de 250.000 computadoras para el plan Conectar Igualdad, la medida parece insuficiente para el sector, ya que afirman que "no es nada, el año pasado nos compraron 500.000. Con eso no mantenés una planta".
