Fayt fue juez de la Suprema Corte de Justicia entre 1983 y 2015 y mantuvo un feroz enfrentamiento con el kirchnerismo, sobre todo a partir de la Reforma Judicial impulsada por la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner.
Reconocido en el mundo académico por las contribuciones que dejaron sus libros y también por sus obras sobre pensamiento político. En la Justicia deja una marca indeleble: con casi 33 años ininterrumpidos en su cargo, fue el juez que más tiempo estuvo en un sillón de la Corte Suprema argentina.
Su longevidad y el hecho de que había llegado a su puesto antes de la reforma constitucional de 1994 hicieron que pudiera seguir como juez incluso luego de cumplir los 75 años que marcan la edad jubilatoria de los magistrados.