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Quién es el hombre que cuida los escandalosos negocios de Martiniano Molina

El clan Molina ha demostrado ser exitoso, si no en temas de gestión, al menos en lo que respecta a la generación de fortunas. Desde el desembarco de Martiniano Molina en la intendencia de Quilmes, su hermano Tomás Molina ha registrado un crecimiento patrimonial increíble.

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Tomás Molina, el hermano de Martiniano que cuida los negocios familiares

Desde el desembarco de Martiniano Molina en la intendencia de Quilmes, su hermano Tomás Molina, yendo en contra de los dichos del propio presidentes Macri, se hizo de una secretaria y ha registrado un crecimiento patrimonial increíble, como encargado de los negocios del clan Molina.

Un asombroso caudal de suerte corre por las venas de la familia del intendente Martiniano Molina. De tropiezo en tropiezo, fueron construyendo una vida signada por la fortuna.

El clan Molina

El portal de noticias Realpolitik reveló que Jorge, el jefe del clan, fue un histórico dirigente peronista que supo encabezar la lista de candidatos a concejales de Francisco Virgilio “Barba” Gutiérrez en Quilmes, aunque paradójicamente el golpe de suerte vendría de la mano de Cambiemos.

Apenas asumida, la gobernadora María Eugenia Vidal lo premió con el cargo de director provincial de fiscalización y registro del ministerio de Salud.

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Desde allí, controló variables sensibles de la cartera, como los geriátricos bonaerenses y una infinidad de organismos públicos y privados.

Asumió prometiendo “más inspectores y más pasantías con alumnos que estén avanzados en la carrera”.

Lamentablemente, a las pocas semanas, según Realpolitik, los propios trabajadores del ministerio denunciaron que Molina jamás se presentaba a trabajar, se pasaba la mayor parte del tiempo en Quilmes y firmaba documentos como “director” incluso antes de asumir.

Horas después, el líder del clan se retiraba por la puerta más chica de todas en busca de nuevos horizontes, para darle lugar a Tomás Molina, quien seria, hasta la actualidad, el encargado de los negocios familiares.

Martiniano Molina y su hermano Tomás

La asunción de Tomás Molina se dio apenas meses antes de que el presidente Mauricio Macri decretara la imposibilidad de nombrar parientes directos en la administración pública, pero eso ya poco importaba para el clan Molina.

Tomás Molina se hizo de la secretaria General del municipio y se gano un lugar privilegiado como mano derecha del intendente.

A pesar de la pronunciación del presidente, el intendente Martiniano Molina dio la orden de encontrarle un lugar de inmediato a su hermano antes de tener que ir al Concejo Deliberante a apoyar obligadamente la iniciativa del presidente.

De este modo, la familia Molina pareciera haber puesto en marcha un plan que simule continuar con la iniciativa nacional, cuando en realidad la estaría sorteando, ubicando a su hermano Tomás Molina en algún lugar en donde pueda pasar algo más desapercibido, ya que él es el encargado de manejar los escandalosos negocios de su hermano.

Tomás Molina, el encargado de los negocios de Quilmes

Tomás Molina, el hermano de Martiniano, casi sin preparación alguna, supo inmiscuirse en algún rincón entre las sombras de su hermano, desde donde experimentó un crecimiento patrimonial exponencial.

Tomás Molina logró hacerse de un modesto salario de 184.130,67 pesos mensuales

Tomás Molina, estudiante y empleado de la Universidad Nacional de Quilmes, supo treparse al tren Cambiemos justo a tiempo para asumir como secretario General de la intendencia.

Gracias a los buenos oficios de su hermano, logró hacerse de un modesto salario de 184.130,67 pesos mensuales. Lo justo y necesario para paliar la crisis.

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Solo por las dudas, y para evitar tener que apretar el cinturón en tiempos de vacas flacas, su hermano lo premió con algunas sociedades que fueron creadas con fines indeterminados.

En el año 2008 creó TopoGreen S.A., junto a Martiniano, Gustavo Llusa y Roberto Ignacio Carracelas, y Cuatro U S.A. junto a Ramiro Valdivieso Laso. Ese mismo año se volvió a lanzar a las escribanías para inscribir a Dabu S.A., junto a Marcelo Adrián Frontale. Cuatro años después agregaría al derrotero a Ecoatalaya SRL, fundada junto a Oscar Albino Grignaschi.

El golpe de gracia lo supo dar con Cocineros Argentinos S.A., creada en el año 2005 junto al reconocido cocinero Guillermo Miguel Calabrese, aunque hasta sus propios allegados aseguraron que sólo figuraba como “prestanombre” de su hermano Martiniano.

Uno de sus primeros actos como empresario fue librar un cheque sin fondos por 27.501,18 pesos.

En marzo de este año, por alguna misteriosa razón, Tomás Molina y su padre Jorge cedieron sus cargos de presidente y vicepresidente de otra sociedad, El Criollo S.A., dedicada al transporte de cargas, a Rosa Ester Bacigalupo.

Consultados por Realpolitik, allegados aseguraron que la movida intenta desprender a la familia de sociedades sospechosas de cara a las elecciones del 2019.

Mientras tanto, a pesar de las siete sociedades y de su salario estatal de 184 mil pesos, se mantiene como “contribuyente con deuda” para el estado provincial, en donde mantiene una peligrosa Categoría 3, justo un paso antes de la instancia judicial.

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